Luxación de rótula: ¿En qué consiste este padecimiento?
En este blog, ya hemos hablado de que la rodilla es una de las articulaciones más importantes del cuerpo humano debido a que soporta nuestro peso al caminar, correr, saltar, conducir y prácticamente en cualquier otro momento activo del día.
Por esa razón, la rodilla tiene más riesgo de sufrir algún tipo de lesión. También es una de las más afectadas en accidentes de tránsito o al sufrir caídas mientras se hace deporte. Precisamente, una de las posibles patologías asociadas a la rodilla es la luxación de rótula o patela.
Pero, ¿qué es la rótula?
Se trata de un hueso pequeño recubierto por un lado de cartílago y por el otro de tendón, de forma triangular. Está ubicado en la parte delantera de la rodilla, por encima del fémur. En la rótula se insertan, además, el tendón del cuádriceps y el tendón rotuliano, que se une con la tibia.
Esta pequeña “pieza” funciona como una especie de polea y nos permite flexionar y extender la rodilla con mayor fuerza.
Entonces, ¿qué ocurre cuando se luxa la rótula de la rodilla?
Digámoslo en palabras sencillas, una luxación ocurre por el desacomodo hacia el lado externo de la rodilla desde su posición natural. Es decir, se presenta cuando la rótula deja de estar alineada con el fémur.
Además, conforme la rótula se desplaza hacia afuera, se corre el riesgo de sufrir una ruptura de los ligamentos, el cartílago y hasta el hueso.
Cuando el desplazamiento del hueso es parcial se le llama subluxación, y si se desplaza completamente del fémur hablamos de luxación.
Pero ¿por qué puede ocurrir esta lesión?
Normalmente, por un fuerte traumatismo. Aunque también hay condiciones naturales que aumentan el riesgo de sufrir una luxación de rótula como:
- Debilidad en el músculo vasto medial (que mantiene la rótula en su posición durante el movimiento).
- Tener la rótula alta
- Tener los pies planos
- Tener las piernas en forma de “X”
- Entre otras
Ahora bien, ¿cuáles son los síntomas que experimenta una persona con luxación de rótula?
- Inflamación
- Dolor repentino y agudo con posible hematoma interno
- Derrame de sangre
- Reducción del movimiento
- Deformidad en la rodilla
Ante esta patología, muchas veces se requiere reubicar manualmente el hueso en su posición original, por lo general por un especialista, pero en los casos donde se presentan microfracturas de fragmentos de cartílago articular es necesaria una cirugía artroscópica.
Posteriormente, por lo general es necesario inmovilizar la rodilla con una férula. Cada paciente es un caso único y su tratamiento debe ser personalizado.
Después, es posible que se recomiende otras soluciones complementarias de ortopedia, y de fisioterapia para reconstruir el músculo debilitado por el período de reposo forzado.
Si usted o alguien de su familia sufre una luxación de rótula,contácteme. Este tipo de intervención quirúrgica es parte de mi especialidad y tengo más de 25 años de experiencia.