¿Cómo tratar una fractura de clavícula?
La clavícula es un hueso en la parte delantera superior del tórax, que estabiliza todas las partes del hombro y el brazo con el tronco. Cuando se aplica fuerza directa sobre el hombro, ya sea por un impacto o una caída, la clavícula puede romperse.
En ese sentido, la fractura de clavícula es una lesión común que generalmente ocurre como resultado de una caída directa sobre el hombro o el brazo extendido.
Este tipo de fractura es especialmente frecuente en deportes de contacto, como el fútbol, rugby o ciclismo, donde las caídas son comunes.
Cuando la fractura es grave, los fragmentos se desplazan de su lugar. Incluso, el paciente presenta una zona de la clavícula deforme y puede sentir falta de sensibilidad o una sensación de hormigueo en el brazo o en los dedos de la mano.
¿Cómo prevenir una fractura de clavícula al hacer deporte?
Para prevenir las fracturas de clavícula, es esencial utilizar el equipo de protección adecuado, especialmente en deportes de alto riesgo.
En actividades como el ciclismo, el uso de protecciones como hombreras y cascos puede reducir significativamente el riesgo de lesiones.
Además, es importante desarrollar una técnica adecuada al practicar deportes que involucren caídas, aprendiendo a caer de manera segura para minimizar el impacto en áreas vulnerables como los hombros.
Fortalecer los músculos y mantener una buena condición física también puede ayudar a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de lesiones en la clavícula.
En caso de sospecha de fractura de clavícula, es crucial buscar atención médica para un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
El tratamiento para una fractura de clavícula
Generalmente, una fractura de clavícula no desplazada cicatriza mediante tratamientos convencionales que consisten en la aplicación de hielo, para desinflamar, la medicación con analgésicos, para evitar el dolor y el uso de un cabestrillo.
También puede necesitar un período de fisioterapia, para recuperar la movilidad.
El período de recuperación se estima entre seis y ocho semanas.
Pero una fractura más compleja puede requerir una cirugía, para realinear el hueso fracturado e implantar placas, tornillos o barras, con el objetivo de mantener el hueso en su lugar, durante el período de consolidación.
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