¿Qué es la tendinitis patelar?
La tendinitis patelar también es conocida como tendinopatía patelar o rodilla del saltador; y aunque su nombre resulta complejo, no es más que una lesión del tendón que une la rótula (patela) al hueso de la espinilla (tibia).
¿Por qué se llama “rodilla del saltador” a la tendinitis patelar?
Se le conoce como rodilla del saltador porque es una lesión que se suele producir al practicar deportes en los que es necesario saltar, como el baloncesto o el voleibol.
Aunque, en términos generales, le puede ocurrir a cualquier deportista cuya práctica implica un alto grado de impacto en las rodillas, incluyendo carreras o disciplinas con cambios de ritmo y dirección (fútbol).
Además, las personas que no practican deportes también pueden sufrir tendinitis rotuliana (como también se le llama a esta condición patelar).
¿Qué causa una tendinopatía patelar?
Es una inflamación o lesión del tendón rotuliano, es una lesión habitual causada por uso excesivo, generalmente por sobrecarga, movimientos repetitivos que causan daño o irritación en los tejidos.
Voy a explicarlo mejor: los saltos provocan una presión repetida sobre el tendón rotuliano. Esa presión continua genera lesión que, evidentemente, causan dolor e incomodidad.
Esta condición también es promovida por cambiar repentinamente el programa de entrenamiento, hacer muy poco descanso, problemas biomecánicos o tener poca flexibilidad muscular.
¿Cómo saber si sufre de una tendinitis rotuliana?
El síntoma principal es el dolor justo debajo de la rótula.
Otros síntomas son:
- Rigidez o tensión en la rodilla.
- El dolor empeora si se vuelve a saltar.
- Dolor en la parte delantera de la rodilla.
- Dolor cuando se tensan los músculos del muslo.
¿Qué tan grave es una tendinopatía patelar?
Depende, si se trata de una tendinitis (inflamació) del tendón o ya pasa a ser una tendinosis, donde hay un daño del tejido del tendón.
Hay personas que experimentan casos leves o moderados donde es suficiente con guardar reposo y aplicar hielo en la zona para reducir el dolor y la inflamación.
Hay quienes requieren la toma de medicamentos antiinflamatorios o la realización de masajes y ejercicios de rehabilitación para fortalecer la rodilla y lograr recuperarse. Otros tratamientos incluyen terapias con ondas de choque, infiltraciones con plasma rico en plaquetas o proloterapia y en pocos casos la cirugía.
No obstante, yo nunca recomiendo ignorar el dolor, porque no recibir un tratamiento a tiempo podría generar mayores daños en el tendón, agravando la condición del paciente.
Si está experimentando los síntomas de una tendinitis rotuliana y ha perdido la calidad de vida, contácteme de inmediato y le recibiré con gusto y profesionalismo; me respaldan más de 25 años de experiencia como especialista en Ortopedia y Medicina Deportiva.